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“Pancitas llenas”, el proyecto de ley que busca terminar con el hambre

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La asociación civil Soñadores Unidos, que nuclea a comedores y merenderos de todo el país, y es apadrinada por el empresario alimenticio Julio González, busca que el proyecto de ley “Pancitas Llenas”, que comenzó a sonar fuerte hace unos meses en la Cámara de Diputados de la Nación y con el que promueven generar acciones que terminen con el hambre, salga de manera urgente ante la grave situación por el que transitan miles de niños en Argentina. 

El proyecto propone que los sectores empresariales que más crecieron en los últimos años aporten solidariamente un 0,04% de la producción, lo que permitiría que, por medio de una tarjeta, sin intermediarios y con control de la sociedad civil, se ayude a unos 20.000 comedores y merenderos. Ese porcentaje equivale a las aproximadamente 4.000 toneladas de alimentos que cada mes requieren estos espacios ubicados en cada rincón del país. 

“Se puede solucionar el tema del hambre con solo el 0.04% de las ganancias de las empresas que trabajaron bien en pandemia, como las industrias de alimentos, de alcohol en gel, de comercio electrónico, el campo, los laboratorios y las empresas de barbijos, de guantes descartables, entre otras. Si se recauda eso se puede abastecer a todos los comedores del país, indicó en diálogo con Crónica González, sumamente comprometido con la causa. 

En esa línea, el empresario, que es dueño de la reconocida firma de pastas frescas Orali, señaló: “Nosotros antes ayudábamos a dos comedores por semana. Cuando vino la pandemia de coronavirus empezamos a colaborar con 50 y luego llegamos a 100“. 

En un comunicado, desde Soñadores Unidos resaltaron que “Argentina produce anualmente 120 millones de toneladas de alimentos que podrían abastecer a 420 millones de personas; esto demuestra que, a diferencia de países que están castigados por circunstancias geográficas adversas, acá solo falta voluntad y organización”. 

Lograrlo de manera transparente es el objetivo de la ley, especialmente en tiempos donde gran parte de estas iniciativas tiene dificultades para conseguir tales recursos”, agregaron.https://1a437a2e8791e20813e1bf2d8e658b60.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html

Consultado sobre el proyecto de ley, González explicó que “es acompañado por una comisión fiscalizadora, conformada por empresarios, presidentes de ONG, que van a supervisar el flujo de fondos de estas contribuciones empresarias para que no caiga en ningún desvío y vaya directamente a los responsables de los comedores, y de ahí a las pancitas llenas de los pequeños más vulnerables. Por otro lado, afirmó que: “Hoy en día los comedores reparten lo que se consigue, y muchas veces los alimentos que dan están cargados de hidratos de carbono o grasas, entonces a veces tenemos chicos con exceso de peso, pero mal alimentados“.

Por último, precisó que el miércoles pasado se llevó a cabo una reunión virtual entre colaboradores del proyecto y titulares de comedores y merenderos con el objetivo de intercambiar ideas. “Esperábamos la asistencia de 200 comedores vía Zoom, y tuvimos a 460. Fue un éxito rotundo y un paso gigante para alcanzar la ley“, destacó.

Por su parte, Patricia Pitaluga, integrante de la comisión fiscalizadora, a través de la asociación Acercando Naciones, expresó: “Fuimos convocados para velar por la transparencia. Es muy importante controlar adónde se llevan los recursos”.https://1a437a2e8791e20813e1bf2d8e658b60.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html

Asimismo, aseguró que: “es muy importante que la ley salga ahora porque hay que dar una solución ya. No hay mucha vuelta. Queremos que sea ley y que no se modifique el proyecto original”, agregó Pitaluga, quien sostuvo que “en una de las modificaciones que se hicieron es que este impuesto no sea obligatorio, sino que sea voluntario. Y eso es una mala interpretación porque dejaría de tener el espíritu con el cual se pensó”

“Otro reclamo que se hizo fue la urgencia de lograr que sean vacunadas las personas que están a cargo de estos merenderos. Hemos tenido muchas muertes y es muy triste que aquellos que ponen la vida al servicio de los demás no tengan ningún tipo de cuidado. También pedimos la posibilidad de tener conexión a Internet porque les permitiría a estas organizaciones estar comunicados, recibir donaciones, tener contactos con el sector de la salud y con las escuelas. Muchos no pueden participar por eso, concluyó. 

fuente: crónica

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