Actualidad

Animales de mi tierra… HOY: La leyenda del Carpincho

Actualidad

Esta leyenda era la favorita de Don Miguel, y la escribí en su memoria, porque solía contármela cuando era un gurisito y compartíamos inolvidables pescas y fogones junto al Gualeguay.

Solia ser el primero en agarrar la guitarra y entonar una chamarrita al costado del fuego, para luego terminar contando que su bisabuelo conoció a Don Martín López, el protagonista de esta bonita leyenda:”…Entre los esteros vivía un mariscador, de piel curtida por el sol, la lluvia y el viento.

Su rancho un pobre tacurú de adobe y paja donde vivía con su esposa. Este hombre era Don Martín López, muy reconocido en el boliche del pueblo, ya que cada tanto solía llevar en su canoa cueros de su faena y hasta algunas plumas de colores para hacer unas monedas.

Cuando tenía buenas ventas, solía comprar para llevarle a la patrona: harina, grasa, almidón, fideos, yerba, azúcar.

Pero no volvía sino hasta antes saborear con los amigos unas copitas de caña mientras se jugaba unos partidos de truco. Un día volviendo a su rancho en la canoa por el estero, se levantó un viento fuerte, y como venía demasiado cargado de provisiones, al chocar con un tronco hundido se puso la canoa de poncho! golpeando al caer y quedando hundido en la profundidad del agua.

Atrapado entre raíces y tallos, Don Martín halló la muerte. Cayó la noche y Martín no había regresado al rancho. Preocupada, su mujer tomó una lámpara de aceite y salió a buscarlo. Recorrió los esteros, entre el barro y la oscuridad de la noche.

Luego de largas horas de búsqueda, donde el cansancio florecía, tropezó con las grandes raíces de un árbol imponente y la lámpara salió despedida por los aires, rompiéndose contra el suelo. El fuego rápidamente se apoderó del lugar, rodeó a la mujer y convirtió su cuerpo en una gran hoguera.Cuando las luces de la aurora empezaron a colorear de rosa el cielo sobre el estero, del agua apareció un animalito nunca antes visto, de piel gruesa y resistente, dirigiéndose hacia el sitio que se había incendiado la noche anterior. Allí se encontró con su hembra y juntos se dirigieron hacia un sector montuoso del estero.Cuenta la historia, y dicen los lugareños, que esos animales eran las almas de Don Martín y su cuña, que la piedad de Ñandé Yara los transformó en un nuevo animal llamado “carpincho”.Pueblos y Leyendas de Entre Ríos

Compartir por