La primera comitiva de bomberos Voluntarios de Concepción del Uruguay integrada por brigadistas capacitados para incendios forestales, regresó de Corrientes luego de largas jornadas de trabajo y 03442 fue a dialogar con ellos en el Cuartel de La Histórica.
Miriam Caro y Migel Basgall, llegaron a la ciudad el pasado martes y luego de unas horas de descanso y recargar fuerzas, se presentaron a cumplir con su servicio, oportunidad en la cual, con la predisposición de siempre, contaron lo que fue su experiencia.
“Estuvimos trabajando dos días y tuvimos uno de ida y otro de vuelta. Fue una satisfacción poder contribuir con nuestro trabajo y cumplir con lo que nos propusimos. Es estas situaciones todos queremos estar y ayudar”, señaló Miriam.
La bombera fue muy clara al destacar que ya contaba con experiencias en siniestro forestales como ser en Córdoba y la zona de islas en Victoria, lo que sin dudas es una capacitación en terreno que no tiene comparación.
“La capacitación con cursos es muy importante y todos tratamos de aprovecharlas al máximo, pero el trabajo en terreno sin dudas es lo que más te enseña, sobre todo a trabajar en equipo. Pese a estar lejos de tu casa o tu ciudad, nunca te sentís extraña. Cuando llegas a otro lugar, normalmente ya se es parte del Cuartal local y así te lo hacen sentir, tanto tus camaradas como la gente del lugar. Nunca sentís que sos de afuera, te tratan de atender de una manera que sentís que formas parte de una misma familia en todo sentido. Te das cuenta de todo cuando regresas a tu lugar de origen”, resaltó la bombera.
El cansancio no se siente
Tanto Miriam, como Miguel, coincidieron en resaltar que se llega con el solo propósito de cumplir con un objetivo y para eso se trabaja hasta lograrlo, a tal punto que con la adrenalina que se genera, ni el cansancio se siente.
“Días después te cae la ficha. Empezar a lo que viviste frente al fuego, las historias de la gente, su preocupación o sufrimiento, la destrucción que deja el fuego, los animales, todo eso te viene a la mente y es ahí cuando te das cuenta del agotamiento. Es típico el bajón, pero lo superamos. En esta oportunidad, gracias a Dios, no tuvimos que ver otra cosa que quemas de campos. No presenciamos problemas con gente, viviendas o animales. Fuimos al campo y combatimos en el campo”, explicaron.
Contaron que se formó un grupo importante de tareas, con personal de Bomberos del Chaco y de Córdoba grupo que sumaban unos 45 efectivos y estaban en el mismo campamento, siendo algunos de ellos solo bomberos sin preparación de brigadistas.
“Compartimos todo y se trabaja como si fuéramos uno solo. Es difícil mantener los protocolos en estos casos. Todos nos cuidamos, pero lo principal es cuidarnos del enemigo que está en nuestro frente arrasando todo, y ese es el fuego. Tuvimos la fortuna de que ir a Corrientes representa trabajar en terrenos prácticamente iguales a los de nuestra provincia y en los últimos tiempos hemos trabajado mucho en nuestra zona, lo que nos sirvió para lo que fuimos a hacer a esa provincia. La experiencia que tenemos y que ellos tienen, fue y es fundamental, no así para aquellos que nunca habían enfrentado siniestros de estas características, por lo que se apoyaban en quienes la teníamos. Lo importante es que todos y todas trabajan a la par y estábamos todo el día y no parábamos hasta lograr lo que habíamos enfocado. Hay oportunidades que estás tan cerca de rematarlo, que no querés parar hasta lograrlo”, resaltó Miguel Basgall.
“Nuestra logística”
Ambos bomberos coincidieron en señalar que cuando van a intervenciones de estas características, llevan además del equipamiento, elementos para la subsistencia.
“Generalmente llevamos lo necesario para nuestra logística y tenemos una persona que se encarga de ello. Los problemas son cuando se trata de higiene, ya que por ejemplo estos días había solo una ducha para todos y teníamos que hacer cola para lograr darnos un baño restaurador y algo relajante, que nos permitiera recargar las pilas y descansar un poco, pero con buena voluntad se logra. Con actitud y alentándonos entre todos se puede”, resaltaron.
La mujer es un efectivo más
Al ser consultados sobre el trato a la camaradas y el trabajo de estas en terreno, no dudaron en resaltar que tanto las mujeres como los hombres, trabajan a pleno y no escatiman esfuerzos, tirando por tierra esos prejuicios que ponían a la mujer en una posición de menor capacidad o fortaleza.
“Esto lo vemos siempre y cada vez llama menos la atención. Lo que sí notamos es que ellos tratan de estar muy atentos y de protegernos. Son muy compañeros y te ayudan si ven que algo pasa. Lo notamos en todos los lados que trabajamos. Somos todos iguales y así lo sentimos», dijo Miriam.
Consultados sobre la posibilidad de volver, no dudaron en decir que sí. “Solo tendríamos que tratar de solucionar que nos den permiso en nuestros trabajos. Somos conscientes de lo que esto representa para la gente que necesita ayuda y sabemos que estamos capacitados y capacitadas para hacerlo y no dudaremos en volver. Estamos pendientes de ver si nos llaman, no lo tomamos como una obligación, estamos esperando que nos convoquen y gracias a Dios, hasta ahora nos han dado los permisos”, contaron ambos mientras se miraban.
El miedo está presente
Decir que no se tiene miedo es en muchos casos hasta irresponsable, ya que el miedo es algo natural en el ser humano y esto sirve para ser más responsable a la hora de tomar decisiones.
Tanto Miriam como Miguel, coincidieron que miedo siempre tienen, pero al fijar la atención en solucionar los problemas que se van presentando mientras se opera en terreno, hace que este miedo pase desapercibido.
“Estamos expuestos y en estos días hubo ocasiones en las que pudimos haber quedado rodeados por el fuego. Eso nos llevó a tomar medidas rápidas para dar una solución y así se hizo. El miedo estuvo, pero estar controlados emocionalmente y coordinados, es fundamental para el bienestar de todos los que están operando. Da lástima lo material que se pueda dañar, pero lo más importante es la persona y nuestra arma en esos momentos era la mochila de agua en nuestra espalda y con esas enfrentábamos la línea de avance del fuego de casi 3 kilómetros de largo y el viento cambiante en tu contra, pero lo logramos. Estamos muy satisfechos de lo hecho y orgullosos de haber participado”, finalizaron.
Fuente: 03442 noticias