La obra que recientemente se puso al descubierto al ingreso de la ciudad de Concepción del uruguay, deja a las claras las innumerables técnicas artísticas para embellecer y distinguir un espacio público.
En este caso, se trata de una representación del Palacio San José y de su propietario, el General Justo José de Urquiza, realizada en la técnica de mosaico veneciano por el artista concordiense, radicado actualmente en Concepción del Uruguay; Hernán Malleret.
De acuerdo con expresiones del propio autor, la localización del mural obedece a la idea de dar realce al acceso, “que es la primera y última mirada que el visitante se lleva de la ciudad”.
Detalles de la obra y de su material
Para la construcción fueron aplicadas pastillas de vidrio de 1 cm. x 1 cm., para dar forma a un mural de 12,80 metros de largo por tres metros y medio de alto.
El mosaico es una técnica que se utiliza bien como pavimento o como revestimiento mural, y que utiliza como elemento consustancial las teselas, es decir, las piezas que forman el mosaico y que pueden ser de piedra, en cuyo caso son innumerables los materiales y tamaños utilizados a lo largo de la historia (guijarros, mármol, granitos, piedras semipreciosas como el lapislázuli o la malaquita, etc), o de pasta vítrea, más fáciles de cortar y más llamativas porque presentan colores más vistosos y trasparencias.
En general, el mosaico que utiliza teselas de piedra, se utiliza más como pavimento, y el de pasta vítrea como revestimiento mural. En ocasiones y cuando se quiere realzar el mosaico se utiliza también la tesela dorada que a su riqueza material, une el esplendor y su brillo.
Como revestimiento mural, con teselas vidriadas, se conoce su utilización ya en Egipto, y por supuesto en Roma, donde servía de decoración a las cuevas dedicadas a las Musas, de donde deriva su denominación. De nuevo la influencia romana impondrá el mosaico al arte paleocristiano y sobre todo al arte bizantino, momento en el que el mosaico alcanza su época dorada.
Técnicas para realizar mosaicos
En cuanto a sus técnicas podemos distinguir especialmente tres:
Opus Sectile.- Emplea teselas de piedra de gran tamaño y se utiliza como pavimento. Se trata de la técnica más arcaica y que encuentra más dificultad en conseguir fragmentos pequeños, con lo que los intersticios entre las piedras son mayores.
Opus Tessellatum.- Utiliza teselas de piedra, regulares, de formas cúbicas o rectangulares, lo que permite su perfecta adaptación y la reducción de los intersticios. También suele utilizarse como pavimento.
Opus Vermiculatum.- Las teselas son muy pequeñas, bien de piedra, doradas o de pasta vítrea, y se utilizan indistintamente como pavimento o revestimiento mural. La perfección técnica que alcanza reduce al mínimo los intersticios entre las piezas, con lo que reproducen con mucha mayor perfección la imagen a la que se deben de adaptar. A ello debe sumarse su mayor grado de colorido y brillantez.
Como revestimiento mural, con teselas vidriadas, se conoce su utilización ya en Egipto, y por supuesto en Roma, donde servía de decoración a las cuevas dedicadas a las Musas, de donde deriva su denominación. De nuevo la influencia romana impondrá el mosaico al arte paleocristiano y sobre todo al arte bizantino, momento en el que el mosaico alcanza su época dorada.