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Doctor Domingo Plazaola

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En una plazoleta del bulevar Yrigoyen, entre las calles Scelzi y Reibel, se encuentra un monumento que recuerda a un médico uruguayense, a quien la ciudad no debe olvidar.Domingo Plazaola, había nacido en nuestra ciudad en 1904 y falleció trágicamente el 25 de octubre de 1942, es decir con tan solo 38 años. Fue un médico de gran calidez humana y por eso su muerte causó una gran consternación en la población.Sus años de médico estuvieron dedicados, sobre todo al hospital Justo José de Urquiza y a la Maternidad “Juan Piñón”. Reconociendo su compromiso con esta institución, y al cumplirse el primer aniversario de su muerte, se le impone su nombre a la sala Nº 1 de la Maternidad Municipal.

Como dijimos, su prematura partida generó un hondo dolor en los habitantes e instituciones de la ciudad, y es por eso, que a pedido de una comisión formada para recordarlo por medio de un monumento recordatorio, que fue aprobado por la municipalidad el 22 de octubre de 1947. Primeramente estuvo emplazado en la plazoleta ubicada en la intersección de los bulevares Los Constituyentes e Hipólito Yrigoyen. Luego, al ser modificado este bulevar, el busto fue trasladado a la plazoleta ubicada en boulevard Irigoyen entre Dr. Scelzi y Martín Reibel, dónde se ubica en la actualidad.

El busto es obra del artista plástico Horacio Suarez, realizado basándose en una única fotografía instantánea del Dr. Plazaola. En la placa de bronce, ubicada en su pedestal se lee: “Homenaje del pueblo de Concepción del Uruguay, al Dr. Domingo PLazaola” El monumento fue descubierto el domingo 1 de febrero de 1948, en el lugar se hizo presente gran parte del pueblo concepcionero, familiares, autoridades y miembros de la Comisión Popular de Homenaje.

En los discursos, describieron la personalidad de este médico tal como el del Sr. Juan Francisco Silva, Presidente de la Comisión de Homenaje: “Domingo Plazaola, fue toda su vida un buen Samaritano, un gran Samaritano. Y si es cierta la expresión de los libros santos, que la caridad cubre la multitud de los pecados, a él le serán perdonados todos porque supo amar mucho a sus semejantes. Los amó, y como testimonio, pueden hablar, si los hombres hicieran silencio, las paredes silenciosas y mudas de elocuencia del Hospital de Caridad, de su clínica. Pueden hablar aquellos, a quienes prodigo todo el poder de su ciencia, sin saber de descanso o remuneraciones. Porque Plazaola se dio íntegramente a los pobres, y murió en la pobreza. A nadie vendió su ciencia y curaciones, y si algo recibió fue tan solo de aquellos que voluntaria y generosamente, pudieron y supieron hacer efectiva su gratitud”.

También en dicho acto hablo el Secretario Municipal Sr. Francisco Abescat, recibiendo el busto del extinto diciendo: “Lo vimos, ya sin duda germinando la obsesión en su mente bondadosa, junto a sus camaradas, junto a los que hasta las 5 de la tarde del 12 de enero de 1942 estuvieron con él, igual que los días, las tardes y las noches anteriores, leales y solitarios compañeros que formaron el circulo apretado de cariño fraterno, que le dieron la satisfacción de saberse rodeado por espíritus afines y cordiales, esos amigos que le rodearon con la integridad que predisponen las viejas amistades, esos amigos que hoy están aquí, que la noche lejana del duelo lloraron como niños, y que ahora amalgamando espíritu y materia, han sabido realizar en la solemne perpetuidad del bronce, el soberbio homenaje del recuerdo. El homenaje del recuerdo para un hijo dilecto de la ciudad, que reciben las autoridades comunales para su custodia con la unción insuperable del pueblo”.

Por el Club Atlético Uruguay, institución deportiva a la que el Dr. entregara muchos de sus afanes, estuvo representado por el Dr. Miguel Gonella, quien expreso: “tenía para el humilde, para el desvalido, su palabra cálida y su acción benemérita sin la espera jamás, de recompensas utilitarias.

Fue un digno ciudadano que merece la elocuencia simbólica del bronce, destinado a perpetuar su memoria que aun, sin este acto de adhesión pública espontanea, no sufriría jamás empalidecimiento del olvido, pues su nombre, su obra y su trayectoria, fueron y serán estandarte en las conquistas y lucha por el bien común de la ciudad”.

El Sr. Nivardo Tenreyro Olivera hablo representando al Club Atlético Litoral y al Círculo Católico de Obreros, quien expreso: “La vida del Dr. Plazaola se extinguió como se extingue el sol al caer la tarde, pero el recuerdo de su personalidad de médico y amigo siempre está presente, los que visitamos su tumba contemplamos con emoción que delante de su lápida es un jardín, son flores de gratitud, de amistad y de cariño”.

El día en que se inauguró el monumento, cubrieron el pie del basamento, que sostiene el busto, con flores que representaron el homenaje de recordación a un hijo de Concepción del Uruguay.

Los restos del Dr. Plazaola descansan en un panteón ubicado en el cementerio municipal y es recordado con dos placas alusivas.

Texto: Civetta, María Virginia/Ratto, Carlos Ignacio. Bibliografía: Abescat, Francisco, “La ciudad de nuestra Señora de la Concepción del Uruguay”. Diario La Calle, febrero de 1948. Gallay, Omar, “Ex Maternidad Municipal “Juan Piñón”” y Morasan, Mario, “La Histórica”

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