El padre Juan Bautista Rolando estuvo entre 1960 y 1987 en Concepción del Uruguay. En ese tiempo realizó inmumerables actividades y se ganó el cariño de la comunidad uruguayense.
En el ciclo de documentales “Quién fue” organizado por la Asociación Civil “Caminos Esperanza” y realizado por el CPM de la UCU se cuenta la historia de este cura salesiano.
¿Quién era el padre Juan Bautista Rolando?
El padre Juan Bautista Rolando nació en Villa Gobernador Gálvez, cerca de Rosario (Santa Fe) el 26 de Junio de 1915, en el hogar del matrimonio José Rolando y Margarita Vigna, realizando sus estudios en el Colegio Salesiano San José de la ciudad de Rosario. Falleció en Santa Fe el 17 de octubre de 1995.
Su vocación lo llamó a temprana edad empezando su aspirantado en Vignaud en 1926, año en que fue creado, realizó además estudios de Filosofía, luego estudió en Rosario y finalmente culminó sus estudios de teología en el Instituto Teológico Internacional Clemente G. Villada y Cabrera de Córdoba, ordenándose sacerdote el 23 de noviembre de 194, consagración que la recibió del obispo Fermín Lafitte.
Su primer destino fue la ciudad de Resistencia, donde junto al padre Horacio Lovine crearon la Obra Salesiana de esa ciudad y se desempeñó como director hasta 1959. Allí además formó, tal como era su vocación, el Batallón de Exploradores.
En 1960 debe comenzar nuevamente su tarea al formar una nueva Obra en el barrio Santa Teresita de nuestra ciudad, donde inmediatamente, junto con el padre Scéliga, se ganaron el cariño de la gente por su dedicación no solo a los niños que concurrían, sino atendiendo todas las necesidades de los integrantes de la ciudad.
En Don Bosco fue albañil constructor, impulsor de coros, conductor de niños exploradores, vendedor de rifas y maestro. No solo tuvo actuación en Don Bosco sino que también se desempeñó como párroco en San Roque (dónde funcionaban los “Exploradores de Don Bosco” atendiendo con devoción a todos los vecinos por igual, sobre todo acompañando a los enfermos y necesitados.
En 1987, sus superiores, en vista de su salud resentida lo trasladaron a Santa Fe para su mejor atención, considerando sobre todo que allí se encontraba su hermano Santiago, decisión que aceptó sin ninguna queja, pese al cariño que recibía en nuestra ciudad.
Por medio de la Ordenanza N° 10.401, de fecha 8 de agosto de 2019, se resuelve denominar con el nombre de Padre Juan Bautista Rolando a la actual calle 9 del Oeste Norte, en reconocimiento a su gran tarea en toda la ciudad..
Sepultura del padre Juan Bautista Rolando
Como mencionamos, el padre Rolando falleció el 17 de octubre de 1995, en Santa Fe. Concepción del Uruguay que le debe tanto quiso que sus restos descansaran en nuestra ciudad, es así que el Sr. Luis María Colombo, Sr. Gabriel Andrés Larenze y la Sra. Gladys R. de Colombino, entre otros presentaron el proyecto a las autoridades Municipales locales y al Director de la Obra de Don Bosco, Presbítero Kolomi para traer sus restos y depositarlos junto al templo de Santa Teresita. Para esto se solicitó el diseño de su tumba-monumento, se presentaron dos. Uno de la Srta. Elvira Torres y el otro del artista local Salvador Álvarez. Este último fue el elegido, por razones de espacio.
Se implementaron colectas para recaudar el dinero, las donaciones se recibían en las santerías de Santa Teresita, San Roque, San Vicente, Inmaculada Concepción y María Auxiliadora. Se recibían en alcancías que fueron confeccionadas por el Padre Oscar Callegari y tenían pegada una foto del Padre Rolando. Es así, que el “Padre Gaucho”, que hizo tanto por la educación, los humildes y los enfermos, junto a los inolvidables Pablo Sceliga, Héctor Allais y Mario Campora, entre otros, pudo, finalmente, descansar junto a la comunidad que tanto lo amo.
La sepultura se hizo a la derecha del Templo y su diseñador, el pintor Salvador Álvarez explica sus partes y significados: “los restos del Padre Rolando serán depositados bajo el nivel del suelo. El suelo de esta tierra y de su querida ciudad.
La gran Cruz, símbolo de nuestra redención, se apoya suavemente sobre su tumba y asciende luego verticalmente al Cielo, simbolizando su vida. Así consagro su existencia enteramente a Dios, distinguiéndose por su bondad y entrega.
“Las dos pantallas laterales simbolizan a la comunidad erguida y velando a su lado, sobresaliendo allí el rostro del Padre rolando. En las placas de mármol queda grabada la memoria de su paso terrenal.
“Dos maceteros con plantas naturales simbolizan su presencia que sigue viva en la comunidad, floreciendo el alma de cada uno de quienes le conocieron.
La figura de San Juan Don Bosco a su lado, expresa la complacencia del santo fundador con este, su hijo querido, que lo encarno en su vida y ahora gozan juntos en el cielo. El busto de Don Bosco está basado sobre un engranaje que representa las principales virtudes y que más recomendó a los jóvenes: Caridad, Trabajo, Templanza, Paciencia, Castidad, Humildad, Fe.
“El pedestal con erguidas franjas de cemento, significan la perenne juventud de Don Bosco y de sus seguidores, y sobre todo de sus destinatarios, los jóvenes.”
El deseo del Padre Rolando siempre fue emplazar una imagen de Don Bosco junto al Templo. Es ahora que se cumple su deseo y sus restos descansan junto a la imagen.
Edición: Civetta, María Virginia y Ratto, Carlos Ignacio. Fuente: Diario “La Calle”, septiembre de 1996 y fundamentos de la Ord. 10.401
Fuentes: Concepción del Uruguay, historia y turismo
La Ciudad Revista
