Dolores Costa continúo con la instalación de la fábrica de paños que el general Urquiza había iniciado en 1869.

Según el contrato firmado con el catalán José de Ubach, la fábrica funcionaría en Concepción del Uruguay, Entre Ríos. Dicha empresa permitiría la industrialización de la lana de oveja, que hasta ese momento era exportada como materia prima.

A mediados de ese mismo año comienza a concretarse el proyecto con la incorporación de maquinarias desde Barcelona y la capacitación de mano de obra local.

Producida la muerte del General Urquiza, el 11 de abril de 1870, la viuda del General, no dudó en continuar la sociedad iniciada por su esposo y da órdenes a sus administradores para que la fábrica se instale en “las Casas del Uruguay”; se llamaba así a unas series de casas que el General Urquiza había hecho levantar en una de las calles principales de Concepción del Uruguay, única vía que conducía al puerto.

En mayo de 1871, llegan para la empresa, valiosas maquinarias entre la que se incluía una a vapor que Ubach había comprado en Manchester. Las máquinas fueron montadas y a principio de 1872, la fábrica funcionaba lentamente, haciendo paños y telas. En sus inicios, la máquina a vapor funcionaba a un décimo de su potencia; y cuando se intentó hacerla rendir más, la trepidación hizo que las paredes del edificio se agrieten con peligro de derrumbe, este inconveniente sumado a otras fallas como la falta de agua para abastecer las calderas influyeron para que Ubach se dirigiera a Dolores Costa exponiendo los grandes inconvenientes que se presentaban “para poder marchar con buenos resultados en este Establecimiento”.

No obstante, las dificultades, la fábrica continuó funcionando un tiempo más, hasta que, en setiembre de 1874, se firmó un convenio de “separación de capitales” entre Dolores Costa e hijos y José Ubach.

Fuente: Palacio San José.