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El misterioso “barco de piedra” que descansa en Entre Ríos

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Este misterioso barco de cemento, bautizado como “Néstor” está varado en la costa del Río Uruguay, entre San José y el ex Puerto Liebig, en las costas del Río Uruguay, más precisamente entre camping los Médanos. Los lugareños lo llaman el “barco de piedra”. Es uno de los tres navíos de cemento que quedan en Argentina.“Hubo una creciente, -recordó un vecino de la zona, Reinaldo, en diálogo con una FM Local- “y el barco quedó arriba de la tierra. Pasó el tiempo y se fue a pique al río. Por eso ahora se ve solamente la popa. Cuando estuve la primera vez, hace más de veinte años, estaba casi todo afuera del agua”. El extraño barco de cemento, con 60 metros de eslora, se encuentra en la unión de los arroyos Victoria y La Batea.

Hay versiones que señalan que el barco llegó desde Buenos Aires a remolque, ya que no contaba con propulsión propia, aparentemente allí se lo utilizaba para transportar carbón o estaba como deposito carbonero en la Boca del Riachuelo. Nicolás Sfeir (un empresario) lo compró y lo llevó hasta donde quedo varado en el año 1965 aproximadamente. Hay versiones que dicen que participó en el desembarco de Normandía y que lo habría traído Perón a la Argentina..

Sfeir, se encargó de remolcarlo con el objetivo de instalar en su interior una procesadora de pescados, sin embargo no logro las habilitaciones para el proyecto. Cuentan los lugareños que una tormenta hizo que se cortaran las cadenas quedando a la deriva hasta incrustarse en la barranca donde se encuentra varado.El lugar de asiento fue en Pedro de Mendoza y Osvaldo Cruz en Barracas del Puerto de Buenos Aires, por razones económicas la empresa es rematada por el año 1960 y es así cuando la compra el señor Amílcar Campodónico el buque motor de cemento denominado “NESTOR” Matricula 2927 pasando a denominarse su armador con el nombre de fantasía “Piedramar S.R.L.”, con oficinas en Barraca cuyo Teléfono era el 285509. “El eterno fluir de las aguas, cuando no la mano del hombre o la intemperie, han destruido y muchas veces ocultado los restos a lo largo de nuestro litoral han quedado de los cascos de cemento que llegaron a nuestras costas desde fines de la Primera Guerra Mundial hasta fines de la Segunda”, comienza el prólogo a cargo del Ayudante Mayor (RE) Julio César García.

Quien los reflotó de su condición de olvidados es el historiador oriundo de Gualeguay, Miguel Ángel Cevasco –Ayudante Mayor (RE) de la Prefectura Naval Argentina-, autor de Cascos de cemento, de la “II Guerra Mundial a la Argentina”, un libro que vio la luz en 2018 luego de una minuciosa investigación que incluyó viajes y la recopilación de fotos y testimonios.“Es una investigación que comenzó en Capital Federal, frente a Aeroparque, donde hay un casco de cemento hundido. Después siguieron en Entre Ríos los de Victoria, en Colón, Helvecia, Curtiembre, Hernandarias, donde hay pontones hechos acá. Pasando luego a las provincias de Corrientes y Formosa. Me llevó entre tres y cuatro años de visitar lugares, sacar fotos y lograr entrevistas”, comenta a El Entre Ríos Miguel Ángel Cevasco, quien lleva editados 15 libros, todos referidos a temas navales.

A lo largo de más de 200 páginas y 19 capítulos, describe los comienzos de la construcción de cascos de cemento en las embarcaciones, allá por 1848, y hace un detallado relato de algunas de las embarcaciones que se encuentran varadas.

A continuación, compartimos un compilado de dos de esas historias: la de “Néstor”, en el departamento Colón; y la del “Barco de Piedra”, en Victoria.Sobre el río UruguayLa historia de “Néstor” –varado en la costa del Río Uruguay, entre San José y el ex Puerto Liebig- es uno de los atractivos del libro escrito por el entrerriano Miguel Ángel Cevasco.

En esta zona se encuentra un lugar para disfrutar una vista en un lugar único, de arenas, aguas y un paisajes muy hermoso, todo ello en ese marco agreste y natural que nos provee la naturaleza en estado puro, allí también se puede ver las viejas instalaciones del que fuera una gran fuente de trabajo, el que en su planta efectiva empleaba a mas de 3.500 personas, este gran sueño de productividad terminaría allá por el año 1980, en que cerrara sus puertas y quedara como un gigante dormido, queda hoy recorrer un enorme esqueleto totalmente abandonado de lo que fuera ese importante frigorífico del pueblo de Liebig, el que poseía, hornos y cámaras de frío, cuyo alimento eran motores de barco, así recuerdan la historia de buena época y trabajo, los habitantes, hoy extrabajadores, se dedican a servir a los turistas como guías de una historia pasada y vivida por ellos mismos, al final de este capítulo me pareció importante agregar un anexo de este pedazo de esa historia como homenaje a los que fueron, pasaron y los que hoy siguen viviendo con aquellos recuerdos de la grandeza de ese pueblo de Liebig.

Como si fuera un espejismo se avista el Barco de Cemento Armado, con su historia viviente en la gente del lugar, que comentan; que ante un proyecto del gobierno de la época, y a causa de la gran escasez de metal y que sobraba cemento, dicen que había un diseño que poseía velas, dicen que en San José había otro, siendo similares al que se encuentra semi hundido en el Riacho Victoria y las Bateas, traídos durante el gobierno del General Perón.

Cuentan que este Barco de Cemento en su época había sido utilizado para transportar canto rodado desde el Puerto de Colón hasta el Puerto de Buenos Aires, es uno de los 3 que había en esa zona que transportaban dicho material allá por el año 1920, este barco de cemento se encuentra encallado muy cerca a una vieja planta de pedregullo, una industria que a mediados del siglo XX, fuera tan expansiva y vigorosa, muchos de estos barcos construidos en cemento y acero, llegaron al país como materia de rezago de la Segunda Guerra Mundial.

Al encontrarse muy enfermo el titular de la Empresa don Amílcar Campodónico, falleciendo el 22 de noviembre de 1987, se hace cargo de la misma su hijo Eduardo Campodónico, que había nacido el 14 de octubre de 1940, a los 18 años se recibe de bachiller y continua sus estudios de ingeniería naval, desde los 21 años está ligado a esta tarea de navegante, el que está radicado en la ciudad de Colon (Entre Ríos), en la calle principal de la ciudad, según sus relatos el buque realizaba sus viajes entre el Puerto de Colon y el Puerto de Buenos Aires llevando su carga de canto rodado.

Su funcionamiento en servicio fue hasta los años 1971, y según su libro de Registro de Inspecciones Técnicas que fuera habilitado en el puerto de Buenos Aires con fecha Agosto 22 de 1968 por el Oficial de Guardia OX Jorge Horacio Chemez, la ultima que le efectuaran en el puerto de asiento por parte del Inspector Técnico de la Prefectura Buenos Aires OA (CN) José Luis Palestini el 6 de agosto de 1971, donde especifica entre sus cuatro puntos dice; Inspeccionado casco de cemento armado a flote, no se observan inconvenientes, cubierta bien y en su último punto expresa que posee certificado de arqueo N° 323 con un arqueo total de 371 toneladas.

En la actualidad se encuentra varado en la costa del Rio Uruguay, entre San José y el ex Puerto Liebig, manteniéndose su casco a la vista en buenas condiciones, como se podrá observar en las graficas agregadas, no realizando ninguna actividad ya que esta como abandonado, ni su dueño lo recorre, llamando la atención que las autoridades comunales no lo utilicen turísticamente como un punto de referencia de un tiempo que ya fue, su historia, el que podría ser remolcado a un lugar donde se lo pueda observar, como una atracción turística ya que muchos pobladores desconocen su existencia por encontrarse en un lugar poco accesible y casi tapado por la vegetación desde la vista en tierra, por agua se lo puede observar muy bien y así fue como lo pude fotografiar.

El señor Campodónico, allá por octubre del 2013 me recibió en su casa de calle 12 de abril, en la ciudad de Colon (Entre Ríos), quien me facilito la foto del Buque Motor “Néstor”, el que según él está a la altura aproximada del km 220 del Rio Uruguay, lindante al establecimiento Las Camelias. Cuenta Andrea Cattani para El Entre Rios.

La escasa información sobre este tipo de barcos señala que fueron utilizados en la Primera Guerra Mundial, debido a la escasez de acero. Se calcula que entre 1917 y 1918, Gran Bretaña construyó barcazas, remolcadores y pesqueros de concreto. Por su parte, Estados Unidos produjo 12 vapores de cemento.

Estos barcos tenían las líneas similares a los buques de acero, pero requerían de cascos de un espesor mucho mayor para tener su misma resistencia. Entonces se empezó a utilizar portland, por ser un material más liviano, pero seguían siendo más pesados que los buques convencionales.En Argentina hay otros dos barcos de este tipo. Uno se encuentra en el río Luján, en el Delta Bonaerense, y en la actualidad sirve de muelle del club náutico Belgrano. El otro buque descansa en la Costanera Norte, frente al Aeroparque de Buenos Aires, y se puede ver cuando se producen bajas importantes del río. Eso queda de un buque que nadie tiene la certeza si fue traído a Argentina desde Europa o fue construido en el país, en épocas de invenciones y bonanzas.

Fuente: https://lacontratapatdf.com/…/el-misterioso-barco-de….#Efemerides#Sociedad

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