Por Lic. Vanesa Dallazuana
Pasado ya mitad de año sumido en la inactividad una empresa local de viajes contó a Dale Concepción su preocupante situación.
La industria del turismo constituye hoy el sector más golpeado por el COVID: 19 desde que se decretó como pandemia a nivel mundial. La cifra de pérdidas sigue en ascenso a medida que pasan los días y el impedimento de viajar sigue. En el ámbito nacional con el pico de casos en la provincia de Buenos Aires y un panorama de retrocesos en varias regiones no se puede establecer un cronograma preciso ni se pueden generar promociones turísticas como en otros años ocurría para esta época. Con este panorama tan complejo subsiste la pregunta: ¿Qué pasa con las agencias de viajes locales? ¿Pueden y podrán seguir manteniendo su estructura, solventando impuestos y pensando en un mañana?
En ese sentido, tuvimos oportunidad de conversar con Natalia Gamero, responsable técnica de una importante agencia de la provincia de Entre Ríos.
DC: ¿Cómo está trabajando actualmente su agencia ?
N. G: “ Nuestra agencia por el momento está atendiendo a sus clientes, un poco bajo la modalidad “home office” y otro poco desde la oficina de su casa central ya que tiene la ventaja de ser una empresa familiar y funciona desde su domicilio particular. Esto permite por un lado ahorrar en un alquiler pero todos lo que se refiere a gastos fijos, impuestos y pago de salarios se sigue cumpliendo sin ningún tipo de ayuda .
DC: ¿Qué pasó con los viajes que ya tenían programados en relación a los destinos y a los mismos pasajeros? ¿Se reprogramaron?
N.G: “ Cuando comenzó la pandemia había muchos destinos vendidos para Semana Santa sobre todo y algunos clientes ya nos consultaban por vacaciones de invierno. A los pasajeros le dimos la opción del reintegro del dinero o de dejar a cuenta su pago para cuando los viajes se reactiven. Muchos que conocen nuestra trayectoria y el esfuerzo de la empresa para seguir adelante dejaron sus pagos como forma de reconocer y darnos una mano al momento que estamos pasando, aunque nos damos cuenta que a medida que pasa el tiempo ya los ánimos cambian y muchos temen volver a pensar un viaje por más protocolos que puedan exigir al respecto”
DC: ¿Han evaluado la posibilidad de cerrar o reinventarse con otro rubro al menos por un tiempo?
N. G: “Claro que existe esa posibilidad de cierre en la medida que este parate continúe y no tengamos el auxilio necesario de organismos pertinentes. Lo único que vimos en este tiempo son las promesas de una emergencia nacional que ayude a todos. Y la realidad es que desde las pymes no encontramos ninguna línea concreta de ayuda ni subsidio, a excepción de las ayudas por los sueldos que es una parte y no logra solventar por supuesto lo necesario. Pretender que saquemos un crédito de un banco privado con tasas convenientes es cuando menos irrisorio si no sabemos en uno o dos meses que vamos a poder pagar y que no..
El cuanto a la reconversión es muy difícil pensarla ahora con este contexto de retroceso económico. Tenemos que tener en cuenta que hace años venimos apostando al turismo con la capacitación de los choferes, armado de excursiones y toda la burocracia que significa tener una empresa al día. No descartamos pero ahora no está en nuestros planes inmediatos.
DC: Además de la posibilidad viajar, ¿qué es lo que más extrañas del trabajo en otras épocas?
N. G: “La emoción de una familia o de un jubilado al pensar conocer algún destino soñado o la alegría de los niños por saber que con su escuela disfrutarán de ese paseo tan anhelado. Esas historias que nos comentan al regreso y haber concretado quizás algún sueño son realmente las cosas que se extrañan; que nos emocionan y nos dan también la motivación por ahora de seguir invirtiendo hasta nuestros ahorros para salvar todas estas fuentes de trabajo”