La Facultad de Ingeniería de la UNLP y la empresa Nueve de Julio presentan el primer micro eléctrico en circulación en Argentina. Desarrollado por profesionales y técnicos de la universidad y la empresa, este vehículo propulsado por baterías de litio tiene una autonomía de 200 km. Con cero emisiones contaminantes y sin vibraciones, el colectivo ya está listo y solo falta instalar la máquina lectora de tarjeta SUBE para que pueda comenzar a operar como transporte público.
El acto de presentación oficial tuvo lugar en la sede de la empresa Nueve de Julio SAT, y contó con la presencia del ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, Daniel Filmus; el decano de la Facultad de Ingeniería y director del Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA-UNLP), Marcos Actis; el vicepresidente de la UNLP, Fernando Tauber; el ministro de transporte de la Provincia, Jorge D’Onofrio; el director Ejecutivo de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CRNT), José Ramón Arteaga; el presidente de Empresa Nueve de Julio Walter Mastropietro; y el director Nacional del Fondo Tecnológico Argentino, Alejandro Primbas; entre otros funcionarios y autoridades.
El proceso de reconversión se llevó a cabo en el Centro Tecnológico Aeroespacial de la universidad, con la participación de ingenieros y estudiantes que lograron adaptar el sistema de propulsión, las instalaciones eléctricas y neumáticas del vehículo. El micro eléctrico destaca por su bajo nivel de ruido y ausencia de vibraciones, ofreciendo un viaje placentero y menos perjudicial para los ocupantes. Además, alcanzó una autonomía de 198 km en promedio y su batería puede cargarse en un tiempo de 4 a 6 horas. Esta iniciativa representa un avance significativo en la promoción de la movilidad eléctrica y el desarrollo tecnológico en el país.
“Para la reconversión del micro se sacó todo el sistema de propulsión a combustión, motor, tanque de combustible y sistemas de refrigeración. Se dejó la instalación eléctrica original y la instalación del sistema neumático, encargada de los frenos y la suspensión. Se le colocó la batería, el motor y un nuevo compresor, entre otras modificaciones”, detalló Javier Eguren.
El estudiante agregó que los técnicos de la Nueve de Julio tuvieron como desafío “adaptar el compresor nuevo para el sistema de neumáticos, acomodar la instalación eléctrica para que se lleven bien los dos sistemas (el nuevo y el de fábrica) y que puedan coexistir en el coche. Además, que funcionen bien todas las alertas y luces, y la transmisión, que es lo que transmite la potencia del motor hacia las ruedas”.
Por su parte, el técnico electromecánico Alejandro Epifanio destacó que durante las pruebas realizadas con el colectivo eléctrico en funcionamiento fue muy notable el contraste con un micro de combustión en relación al ruido. “Advertimos que nadie levantaba la voz para hablar”, aseguró.
Otra de las ventajas tiene que ver con la ausencia de vibraciones en los micros eléctricos. “El ser humano tiene un límite máximo de vibraciones diarias que puede soportar y un chófer de colectivo supera los límites. Absorbe muchas vibraciones con su cuerpo propias del motor. En cambio, en un coche eléctrico estas vibraciones no existen porque tiene sólo una pieza móvil que es el rotor y no vibra. Entonces para el chófer y para los ocupantes es un viaje mucho más placentero y mucho menos perjudicial”, expresó Eguren.
Respecto a la autonomía, un coche a combustión normal en un ciclo de trabajo de 8 horas puede hacer hasta 200 km. Con el coche eléctrico se llegó a los 198 km en promedio de autonomía total. Y en cuanto al tiempo de carga de la batería, con un cargador de 40 kW se puede realizar entre 4 y 6 horas.