Pocho fue asesinado por la policía de Rosario en los turbulentos días de diciembre del 2001. Celeste, su hermana, una militante social, murió en diciembre pasado. Sus rostros fueron plasmados en el paredón de Av. Pocho Lepratti y Sarmiento, a metros del monumento que recuerda al militante social en Concepción del Uruguay. El mural fue inaugurado formalmente ayer lunes 10 de julio por la mañana.

El arte del uruguayense “Teko” Garrido, transformó el dolor en una maravillosa obra en la que se observan los rostros iluminados de “Pocho” Lepratti, y su hermana Celeste.

A la presentación formal concurrieron autoridades municipales, representantes gremiales, de distintos partidos políticos, autoridades educativas, docentes, militantes de derechos humanos, estudiantes, familiares, amigos, vecinas y vecinos.

El intendente Martín Oliva, tuvo a su cargo las palabras de bienvenida, destacando el motivo que permitió encontrarse en esa esquina ante tamaña obra.

En este sentido, el Presidente Municipal comenzó haciendo referencia al libro que trata sobre la vida y obra de Lepratti: “Hace muchos años este librito me conmovió.

“500 libros de Pocho están en las escuelas de la ciudad a través de sus bibliotecas. Y ahora, sumado a ese ya gran homenaje a su memoria como el monumento que se ubica a pocos metros, nos encontramos con este mural está emplazado en el Bulevar de la memoria de Pocho, junto con el nombre de la calle que quizás mejor lo representa”, subrayó Oliva.

Y agregó: “Este lugar, que nos lleva hacia un sector muy popular e histórico de Concepción del Uruguay, es la representación máxima de lo que fue Lepratti”.

Luego, leyó una emotiva cita del libro de Pocho, entregado a numerosas escuelas de La Histórica en el año 2021: “Hoy vamos a hablar de una hormiga, pero de una muy especial. Le decían Pocho e iba pedaleando a todos lados en su bicicleta. Como buena hormiga, era solidaria, trabajadora, humilde y buscaba que todos y todas tuvieran lo necesario. En el 2001, Argentina tuvo una crisis económica tremenda, en ese entonces, Claudio trabajaba de cocinero en una escuela, cuando la Policía comenzó a reprimir y tirar contra manifestantes. Allí, Pocho trepó al techo del colegio y gritó que no disparasen contra los pibes, que solo querían comer. Allí, una bala atravesó su garganta, callándolo para siempre”.

A consideración de Oliva, “debido a esto, tenemos que ser la voz de él y de todos aquellos como comparten sus ideales populares. Claudio está presente y sus valores continúan en nuestra sociedad”; y es por eso que “todos los que estamos acá, deberíamos en cada rincón de la ciudad, contar lo que fue el Pocho, para reivindicar a él y a Concepción del Uruguay”.

“Si nosotros podemos, desde la docencia y paternidad, llevarle la figura del Pocho a los más jóvenes, ellos trascenderán. Este mural es para que los uruguayenses recuerden y sepan la figura importantísima de Pocho. Yo solamente tengo admiración por él”, finalizó Oliva.