La actividad física y el deporte como tal generan siempre un cambio de actitud en las personas que lo practican, pero además generan beneficios relacionados con el ámbito social, repercutiendo en la adaptación de las personas a su entorno, generando una población saludable y activa, y potenciando los valores de responsabilidad personal y colectiva en el desarrollo social, además facilitan el dominio de determinados valores como el respeto hacia el contrario, y el trabajo en equipo. En este sentido, los Juegos Nacionales Evita sirvieron para asegurar en los niños la posibilidad de integrarse y aprender valores que le sirvan para introducirse en sociedad.

Los juegos Evita son una competencia que abarca a todo el territorio argentino, fueron creados en 1948 durante la primera presidencia de Juan D. Perón. A través de la práctica deportiva se buscaba fomentar valores como el de la solidaridad, el respeto y el juego limpio en los niños. Por primera vez, niños y niñas podían acceder al deporte social y a la salud, a través de las revisiones médicas. Este iba a ser su primer foco de atención, la protección temprana de la salud. Además, hacía 1953, las niñas iban a dejar de ser marginadas en los deportes y fueron incluidas en la competencia.

Con el golpe de Estado que derrocó al presidente Juan Domingo Perón, en 1955, quedan eliminados los Juegos Evita. Recién volverán a realizarse con la vuelta de Juan Domingo Perón en 1973 con la restitución de la democracia.

Uno de los muchos ganadores de este tipo de competencia, iba a ser Diego Armando Maradona, quien junto a su equipo “Las cebollitas”, obtuvieron su primer título en este certamen del deporte social.

Con otro golpe de Estado en 1976 vuelven a interrumpirse los Juegos Evita, donde se intentó destruir toda forma de organización popular, con el impulso de las reformas neoliberales.

Nestor Kirchner iba a ser quien en 2003 vuelva a revivir los Juegos Evita a nivel nacional y el deporte se iba a convertir en una política de Estado. Esto iba a permitir otra vez, la posibilidad de fomentar la inclusión de niños y niñas de todo el país, ya que en 2004, por primera vez, los Juegos Nacionales Evita iban a llegar a todas las provincias del país, donde la sub 14 iba a competir en los siguientes deportes: Básquetbol, ajedrez, atletismo, atletismo adaptado, fútbol y voleibol.

Hacia 2006, se iban a incluir eventos de carácter cultural y artístico a través de convenios entre el Ministerio de Desarrollo Social y la Secretaría de Cultura de la Nación. En el 2008, se lanza el Plan Nacional de Deporte, donde los juegos Evita se van a convertir en ley. Además de que se van a incluir a los adultos mayores en competencias de tejo, tenis de mesa, ajedrez, entre otros.

Hoy por hoy, Los Juegos Nacionales Evita, son la principal competencia en Argentina, donde se cuenta con un programa que reúnen 39 disciplinas y un sistema de competencias compuesto por dos etapas: un proceso clasificatorio en cada provincia en él participan alrededor de 800 mil niños, jóvenes y adultos, y una fase final, a la que acceden 20 mil competidores.

Los Juegos Nacionales Evita pusieron, desde sus comienzos, como nunca la importancia del rol socializador e integrador del deporte. Además de un factor muy importante, como es la salud de los niños y poder elaborar una estadística con la salubridad en los controles de salud.