Muchas cosas quedan en nuestro recuerdo, de las cosas pasadas que nos gustaron y que marcaron un desarrollo económico para la ciudad.
Una de ellas tiene que ver con nuestra mesa, las bebidas que acompañaron los almuerzos ,y estuvieron presentes en nuestro imaginario aún cuando no se comercializan más. Un caso ejemplificador es la “Marcela” bebida muy popular que supo conquistar muchos adeptos.
Su Nacimiento:
Nicolás Miloslavich en el año 1899 crea un aperitivo que primeramente denominará “Aperitivo Argentino” y a partir del 7 de mayo de 1907 pasa a denominarse “Gran Aperitivo Argentino” realizado en base a conocidas hierbas de la flora entrerriana, entre las que se encontraban la yerba del lucero o lusera (Pluchea Sauveolens) marcela, arazá, además angélica, quina, miní, centaura etc, siendo aprobada su fórmula por la oficina de química de la provincia por certificado Nº 24.931 serie “A”, declarándolo apto para el consumo, puro, con soda o con agua según se desee.
Nace SIBSAYA SA
Para el año 1946, las instalaciones de calle Galarza y 14 de Julio, fueron quedando “chicas” no existiendo posibilidades de ampliarlas, lo que lleva a su propietario y director Rodolfo Miloslavich a buscar nuevas alternativas comerciales .Para la instalación de la nueva planta licorera, la sociedad adquiere el antiguo edificio de la ex fábrica de caramelos “La Productora”, de D Antonio Cladera, construido alrededor del año 1915 ubicada sobre el Bulevar Yrigoyen Nº 1499, entre las calles Isaías Torres, Ruíz Moreno y vías del ferrocarril.
Al tradicional aperitivo “Marcela”, con el correr del tiempo la empresa incorpora otros productos -dentro de la línea de licorería- como “Amargo Cambá”, diversos tipos de cañas como “Palanca” y el champaña popular “Veranol” etc. siendo la elaboración de estos productos en forma manual, lo que limitaba su producción a apenas 200 a 300 cajones por mes.
En el mes de Agosto del año 1966, a su línea de sus productos tradicionales, la fábrica en plena expansión incorpora el jugo de pomelo “Veranol”, licor “Rossolis”, grapa “Palanca” y una línea de vinos comunes y fines, entre ellos “Ciudad Real” en tinto, rosado y blanco
Estos productos obtuvieron importantes premios en las exposiciones nacionales e internacionales en que participaron, destacando su calidad, diversas publicaciones especializadas.
El incendio y su ocaso
En las primeras horas de la tarde del lunes 15 de Mayo de 1989 se originó un pavoroso incendio en el sector destinado a la elaboración de licores, contiguo a las oficinas administrativas, siendo combatido por los Cuerpos de Bomberos de Concepción del Uruguay, Gualeguaychú, Colón, Villa Elisa y Rosario del Tala,
Para fines del año 1994, la situación se hizo insostenible, debiendo ser vendida a la Empresa Licorera SABA, productora del conocido vermut “Gancia”, con asiento en la provincia de San Juan, cerrando sus puertas definitivamente el 28 de Noviembre de ése año, quedando cesantes treinta y dos obreros, los que fueron previamente indemnizados, sin contar los jornaleros, fleteros, viajantes etc.
Su documental
En marzo del año 2013 se realiza el Documental “La Marcela” (producido por un equipo de realizadores locales y dirigido por Esteban Corazza, con la producción de Sonia Signes y la asistencia de Adrián Pino)
El estreno tuvo lugar en la antigua sala del Auditorio Carlos María Scelzi (Urquiza y 8 de Junio)
El film permite conocer los componentes esenciales de este brebaje de color oscuro, compuesto en base a hierbas de la zona que le daban su particular sabor. También recorre los orígenes de la fábrica Sibsaya, el famoso incendio en 1989 y el cierre de la planta en 1994.
Es en el recuerdo de esta popular bebida donde se puede vislumbrar una gran parte de la idiosincrasia de la región, narrada por testimonios de asiduos bebedores de Marcela que añoran sus propiedades, mientras atesoran alguna que otra botella que guardan con recelo.
Sin olvidar su graduación alcohólica y a la vez, alejado de una posición que propicie el consumo de alcohol; este documental aborda la temática desde una perspectiva marcadamente optimista.
La narración se construye a partir de sus propios protagonistas, apelando a su historia personal, a los recuerdos, a los objetos que aún se conservan, indagando sobre qué significaba la Marcela para cada uno de los que aportan su testimonio.
Fuentes: Concepción, historia y Turismo. Diario uNo (Entre Rìos)