Con más de 15 años de carrera, el uruguayense Emiliano Gurí Pereyra dedica sus horas a darle vida a los relatos de otros. Con su mágico trazo representa escenas, personifica historias y da vida a los relatos. Con un bajo perfil pero mucho talento sostiene que nada llega sin estudio, y que para poder ser profesional hay que saber recibir un no en cualquiera de los trabajos. Que el crecimiento viene sin subirse al ego…
Dejó unos segundos su lápiz para charlar con Dale Concepción sobre su mirada y proyectos personales…
¿Qué significa ser para vos un dibujante?
Yo me defino más como un ilustrador, que es aquel que le puede poner imágenes a las ideas propias y ajenas; me gusta esa idea porque a mi particularmente me cuesta encarar los proyectos desde la creación cero, siempre necesito un disparador.
¿Qué gratificaciones te dio a la largo de tu carrera?
Gratificaciones muchas, me permitió conocer gente muy interesante y me permitió ponerme al servicio de ideas también muy innovadoras. Verme publicado es lo mas lindo y el mayor gusto que me di hasta ahora fue dibujar El Principito, y en eso puse de modelo a mi hijo, mi propio príncipe.
¿Qué tiempo le dedicas por día a tu trabajo?
Le dedico todo el día todos los días. Trabajo para publicidad y realmente no me puedo quejar realmente porque hace 20 años tengo una alta demanda.
Contanos qué proyectos tenés en marcha..
En estos momentos estoy participando de un libro que es un gustaso que me estoy dando sobre la vida de Pancho Ramírez para la Cooperativa uruguayense “El Miércoles” y después constantemente estoy con proyectos de filmación publicitaria.
¿Qué le dirías a alguien que le gusta dibujar y se quiere dedicar a eso?
Le diría que estudie perspectiva, que vea cine , que lea. Suena remanido pero siempre está bueno formarse, entender de que va la cosa; y también hay que entender que uno no está haciendo dibujitos. Siempre cuando uno trabaja está recreando parte de lo que lo alimentó cuando fue chico.
Entonces lo que se necesita es tener el ojo bien gordo, bien alimentado es vital para poder dar de comer a otros ojos..
Y un segundo consejo es no creerse con sus dibujos. Aunque te haya llevado tres días hacerlo ese dibujo tiene validez más que para vos. Una de las cosas que vi en este carrera es que más de una vez uno se desespera trabajando y por ahí es rechazado. Uno lo toma como es un rechazo al propio trabajo, y en realidad es a ese dibujo en particular.
Que el ego sea un compañero que te ceba mate pero no tu director creativo..
Parte de sus extensa carrera pueden verla a través del siguiente enlace
