En el mes de noviembre se recuerda el nacimiento y también el mes de fallecimiento de Dolores Costa, quien fuera la esposa del General Urquiza.
Como conmemoración el Archivo Histórico y la Biblioteca del Palacio San José realizará durante todo el mes, una serie de publicaciones acerca de su vida y su accionar.
Las mismas se basarán en los fondos documentales de archivo que constan de la documentación que testimonia su actividad desde el año 1870 -fecha en la que se hace cargo del establecimiento San José- hasta su fallecimiento en 1896.
Al mismo tiempo, La biblioteca del Museo, posee una serie de publicaciones de distintos autores, referidas a la biografía de Dolores Costa. De manera virtual y a través de redes sociales del Palacio San José, se realizarán además publicaciones de objetos que pertenecieron a Dolores y que pertenecen al acervo patrimonial del Palacio.
Los mismos serán presentados por el área Documentación de Colecciones.
Primeros Años de Dolores Costa:
Dolores Costa, esposa del General Urquiza, era hija de Don Cayetano Costa (genovés), y de Micaela Brizuela.
Nació el 27 de noviembre de 1830. Su padre se desempeñó como “patrón de barco” en una empresa naviera del General Urquiza, en la ciudad de Gualeguaychú (Entre Ríos).
Dolores conoció al General Justo José de Urquiza en aquella ciudad en el año 1851, estableciéndose en la residencia de San José en noviembre de 1852. En la estancia vivían algunos de los doce hijos naturales que más tarde el General Urquiza logró legitimar, con los que Dolores Costa compartió la residencia y logró consolidar la familia con once hijos más. Urquiza delegó en su esposa algunas tareas como el control de los maestros e Institutrices, recepción de huéspedes, disposición de agasajos, etc.
Ella se interesó también por la jardinería que le permitió con el tiempo adquirir conocimientos sobre el tema. Sumó a sus costumbres los hábitos y modalidades de la cultura europea. Se casó en 1855 en el oratorio de San José y años más tarde, abril de 1865 fue autorizada otra ceremonia religiosa aduciendo que “en la primera oportunidad se contrariaron ciertos requisitos canónicos”.
Fuente: Palacio San José-