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Pablo Amarillo: “Hay una fuerte presión para que los chicos vuelvan a clases”

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En la mañana de este lunes dialogamos con Pablo Amarillo, Secretario de Organización de Agmer Uruguay por la Agrupación Fuentealba, quien se refirió a lo planteado por la titular de la Dirección Departamental de Escuelas de Departamento Uruguay.

Sobre los dichos de Ana María Díaz

En primer lugar, lo que está planteando Ana María Díaz del regreso a clases va en línea con lo que viene planteando el gobierno nacional a través de sus ministros y todos los gobernadores cediendo a las presiones patronales de terminar con la cuarentena y por eso el 85% de las actividades económicas ya se habilitaron aunque no sean esenciales.

“Quieren que los chicos vuelvan a la escuela para que los padres vuelvan a trabajar y no tener que pagarle esa licencia”.

En ese sentido también hay una fuerte presión para que los chicos vuelvan a las escuelas y para que, de alguna manera, liberen a los padres que tienen licencias pagas. Si los dos trabajan, uno sí o sí tiene que quedarse en la casa y no puede concurrir al trabajo y está cobrando el sueldo. Eso es lo que quieren terminar las patronales privadas. Además para que se termine de flexibilizar del todo la cuarentena porque con la vuelta de los chicos a clases se daría por terminada la cuarentena.

La virtualidad y la continuidad pedagógica

Frente a esta situación que se dio con la pandemia, nosotros la caracterizamos como una virtualización forzosa. Quedó claro que no hay continuidad pedagógica por las condiciones sociales de los chicos, por la falta de conectividad, por los mismos problemas de la pandemia y la crisis económica previa : falta de ingresos al hogar, han aumentado los chicos y padres que van a comedores.

“Ha fracasado la continuidad pedagógica”

Toda esa situación social hace que en la casa no se pueda mantener una continuidad pedagógica y por eso nosotros decimos -con todo el esfuerzo que estamos haciendo los docentes para poder conectarnos con los chicos, mandar actividades y mantener vínculos- que lo que ha terminado sucediendo en los hechos es un acompañamiento a los chicos.

Es un acompañamiento a los chicos pero no una continuidad pedagógica en la que se pueda desarrollar contenido para el conjunto de los alumnos. Por eso decimos que ha fracasado la continuidad pedagógica.

Las condiciones edilicias

Por otro lado, cuando se habla del regreso a clases, hay que decir que en todo este proceso de cuarentena, donde no tuvimos asistiendo a los colegios el Estado no destinó un solo peso para mejorar las condiciones en la que enseñábamos antes de la cuarentena. No se puso un solo ladrillo en las escuelas, en ninguna provincia y en Entre Ríos tampoco. Por eso nosotros decimos que no podemos volver a las escuelas en las condiciones en las que dejamos de dar clases en marzo.

Creación de un Comité de Higiene y Salubridad

Para que haya un retorno a clases se tienen que hacer todas las obras de infraestructura que sean necesarios. No sólo el agua en los baños, aumentar la partida para limpieza que son irrisorias hoy, construir la cantidad de aulas para que haya el espacio suficiente entre los chicos. Para nosotros es clave que se forme un Comité de Higiene y Salubridad en las escuelas integradas por los docentes y que puedan vetar la posibilidad de regreso a clases en esa escuela si no están dadas las condiciones.

Por eso nos parece importantísimo no dejar en manos del gobierno, que ataca a la educación permanentemente, el retorno a las escuelas.

Proponemos que los docentes con la comunidad educativa, inclusive con los centros de estudiantes de los colegios secundarios, discutamos en los Comités de Higiene y Salubridad si es posible garantizar los protocolos según las recomendaciones de los epidemiólogos.

La complicidad de CTA, CTERA y AGMER

Toda esta política del retorno a clases -sin garantizar las condiciones de higiene y salubridad, sin garantizar las condiciones de infraestructura, sin que estemos discutiendo salarios con las paritarias suspendidas-eso se puede dar justamente por la gran complicidad de Yasky y la conducción de la CTA, CTERA Celeste y de la conducción de AGMER al gobierno del Frente de Todos.

La política del gobierno parece ser forzar el regreso a clases sin que las condiciones de higiene y salubridad estén dadas, sin que haya recomposición salarial y exponiendo al contagio a docentes, alumnos y a la población en general.

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