Ingresó en la Cámara de Senadores un proyecto de ley por el que se busca que Concepción del Uruguay sea declarada ‘Cuna de la Organización Nacional’ en la provincia de Entre Ríos.
De acuerdo a lo publicado por los colegas de AIM, la iniciativa busca reconocer el lugar que ocupó desde los albores de nuestra Nación, escribiendo las páginas con la pluma de la lucha de sus primeros habitantes, sus caudillos y prohombres imbuidos siempre del espíritu independentista y federal, cuyos trazos se reconocen en la historiografía”, argumentó el senador Horacio Amavet.
En ese sentido, explicó que Concepción del Uruguay, fundada por Tomás de Rocamora en 1783, “es cuna de líderes que bregaron y de hechos que fueron relevantes para darle a nuestras provincias una forma de organización política respetuosa de su autonomía. Desde aquí surgen los primeros gritos de libertad, previos a la independencia nacional: es el cabildo de Concepción del Uruguay, el primero de las entonces Provincias del Plata en apoyar la Revolución de Mayo (el 8 de junio de 1810) y en designar un representante como lo solicitara la Primera Junta de Gobierno que se denominaría Junta Grande”.
La ciudad sería eje de la Liga de los Pueblos Libres, bajo el liderazgo de José Gervasio Artigas reconocido como el protector y con el surgimiento de la figura de Francisco Ramírez, pioneros en la propuesta de que los pueblos del sur se organizaran bajo la forma federal. Otro hito ineludible fue la realización del Congreso de los Pueblos Libres, que deliberó el 29 de junio y julio de 1815 en Concepción del Uruguay.
También conocido como Congreso de Oriente o del Arroyo de la China, fue convocado por Artigas y contó con delegados de la Banda Oriental, Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe, Corrientes y Misiones.
El objetivo fue “tratar la organización política de los Pueblos Libres, el comercio interprovincial y con el extranjero, el papel de las comunidades indígenas en la economía de la Confederación, la política agraria y la posibilidad de extender la Confederación al resto del ex-virreinato”.
La estrella de Francisco Ramírez comenzó a alumbrar en el Litoral a partir de las batallas de Arroyo Cevallos y de Saucesito, doblegando la intención de dominio centralista. Su creciente prestigio lo llevaría a la comandancia del Arroyo de la China y poco tiempo después a la jefatura de Entre Ríos.
En ese rol, sería decisivo el Tratado del Pilar, firmado en febrero de 1820 por Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires y con el que finalizaron las hostilidades entre ellas luego de la batalla de Cepeda. Este tratado es uno de los principales ‘pactos preexistentes’ a que hace referencia el Preámbulo de la Constitución nacional.
La demorada organización de la Nación argentina, a causa de la resistencia del territorio dominado por el caudillo de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, encontrará en Justo José de Urquiza al hombre capaz de nuclear a quienes aspiraban a constituir la república –desde visiones diferentes e incluso contrapuestas en ciertos aspectos. Es que Urquiza, además de impulsar el progreso económico y social, tuvo la visión de apostar al futuro creando en esta ciudad en 1849, el primer colegio laico e igualitario del país, que hoy lleva su nombre. Un ámbito de formación en el que las nuevas dirigencias de la Argentina – aún fragmentada – se preparaban para constituir una república federal sobre nuevas bases.
Fue en esta ciudad también que Urquiza encabezó, el 1º de mayo de 1851, el acto en la plaza que pasó a la historia como “el Pronunciamiento”, se dio lectura al decreto provincial en el que se ponía fin al ejercicio de la suma del poder público y las relaciones exteriores que Rosas realizaba hasta ese momento. Este “Pronunciamiento” fue el punto crucial para impulsar la organización nacional que culminará en Santa Fe en 1853, con la Convención Constituyente que discutió, analizó y aprobó la Constitución dando origen a la Nación Argentina. De allí derivó la reunión de los gobernadores para un nuevo acuerdo –el de San Nicolás de los Arroyos–. Este hecho histórico del “Pronunciamiento” es recordado y homenajeado cada año en la Plaza “Francisco Ramírez”, declarada por ello Lugar Histórico Nacional por Decreto N° 7984, de fecha 30 de abril de 1956.
El Acuerdo dejó dos grandes consecuencias: la sanción de la Constitución de 1853, y la separación del Estado de Buenos Aires –que no podía aceptar la igualdad con el resto de las hermanas integrantes de la Confederación – que perduraría hasta el año 1860.
Pero Concepción del Uruguay no fue solo el lugar donde se dio el grito inicial de la Organización Nacional: además fue la que garantizó las sesiones del Congreso Constituyente en Santa Fe, ya que repelió un ataque organizado por los enemigos de la Constitución, que tomaron Gualeguaychú y desembarcaron frente a la ciudad.