Los árboles traían complicaciones para quienes circulaban por la zona. Al talarlos hubo un efecto colateral, una familia de lechuzas se quedó sin vivienda. Una persona atenta a la situación los recogió e instaló en otro árbol.
En la zona del club Regatas Uruguay talaron unos árboles que estaban muy deteriorados y que implicaban peligro para quienes andaban cerca. En uno de esos árboles vivía una familia de Alilicucu (perteneciente a la familia de lechuzas) que incluso tenían pichones.
“Gracias al comprometido accionar de Sergio Oscar Monzón, botero del club que al ver qué la familia se quedan sin su hogar se ocupó y los ubicó sanos y salvo en otro árbol. Felicitaciones y gracias Sergio nuestro planeta necesita más“, agradeció el militante ambiental Aníbal Noro en su cuenta de facebook.