Ahora que comienza la época de ver las frutillas en las verdulerías y el calor se hace presente, nada mejor que combinar frutas con helado; el postre preferido por grande y niños.

2 discos de pionono dulce, de 20 cm. de diámetro apróximadamente (ver receta)
2 discos de merengue (ver receta)
1/2 kilo de frutillas, lavadas y sin el cabito
8 frutillas enteras para decorar
1/2 taza de azúcar
1 cucharada de gelatina en polvo sin sabor
1/4 litro de agua fría
200 gramos de crema de leche, batida espesa
200 gramos de chcolate cobertura

Preparación

Distribuir los discos de pionono en una placa (sin encimarlos) y secarlos en horno suave para que queden abizcochados.

Cortar las frutillas en tajadas espolvoreadas con el azúcar y dejar reposar media hora.

Remojar la gelatina en el agua fría y disuelven a baño maría. Agregar la gelatina a las frutillas que están macerándose.

Poner la mezcla en la heladera  hasta que espese bien, pero sin llegar a solidificarse.

Una vez espesa la gelatina de frutillas bátala en la batidora hasta que esté espumosa.

Mézclar la crema de leche batida a medio punto.

Colocar la mezcla en la heladera hasta que espese, sin solidificarse.

Colocar un disco de bizcochuelo sobre una fuente de tamaño apropiado. Distribuir sobre este disco 1/3 de la crema de frutillas.

Tapar la crema de frutillas con un disco de merengue sin presionar.

Sobre el merengue extender otro tercio de la crema frutillas. Tapar con otro disco de pionono sin presionar demasiado.

Recortar los costados de la torta emparejándola. Con una espátula emparando la crema que se filtre en los costados.

Rallar el chocolate y derrítalo sobre un baño maría suave.

Pintar con él la superficie de la torta (el disco de pionono) formando una capa finita.

Antes que el chocolate solidifique decore el borde de la torta con las frutillas enteras reservadas.

Poner la torta en el freezer hasta que esté bien firme.

Cortar las porciones con cuchillo dentado, para evitar que el merengue se desmorone.