Este domingo 18 de Octubre, en el denominado Campamento Calá de la localidad entrerriana de Rocamora se conmemoró el nacimiento de uno de los grande próceres nacionales, el General Urquiza-
Gastón Buet, miembro de la comisión directiva de Calá presidió el acto con las siguientes palabras:
Estamos reunidos para recordar y celebrar un nuevo aniversario del nacimiento del padre de la organización nacional.
Hace 219 años, un 18 de octubre, a orillas de Talar de Arroyo Largo, hoy Arroyo Urquiza, nacía Justo José.
Su figura es símbolo de la entrerriania y orgullo para todos nosotros.
Aunque muchos no lo valoramos como deberíamos, simplemente porque no podemos amar aquello que no conocemos profundamente. Y si no lo conocemos como debiéramos es porque durante años fue blanco de una sistemática denigración de su persona justamente por aquellos hombres que combatió y venció en el campo de batalla y la historia oficial primero y pseudo revisionista después se encargaron de archivarlo en el olvido de los héroes nacionales.
Todos tenemos aciertos y errores y los hombres de estado no son la excepción. Los hombres deben medirse por su legado, y su obra desborda el marco de la escena local, convirtiéndose en el constructor del estado moderno.
No podemos entender la nación sin entender a Urquiza y su pensamiento político, económico y social. No existiría la argentina institucional sin la fuerza concreta de Urquiza y las lanzas entrerrianas nacidas justamente aquí, en el campamento Calá.
Urquiza representa el líder en el cambio del paradigma en un momento crítico de la historia argentina. Del caudillo cruel y temerario, donde la única ley era la lanza y degüello, al líder pragmático, conciliador y sumiso a las leyes que el mismo ayudo a crear.
Fue un hombre adelantado a su tiempo y supo que rumbo quería para el país, se rodeó de las mentes más activas de la época y dejo que estas desarrollaran todo su potencial; profundamente amante de su pago, jamás dejo su provincia aunque se hiciera traer lo mejor de todas partes del mundo.
A diferencia de los que aspiran a ser lo que no son, el quiso construir en nuestra nación una tierra de progreso, libertad y educación dentro de un marco donde lo que imperase fuera el orden de la ley, no la de las lanzas y el terror.
Pero el mejor que nadie pudo describir su pensamiento cuando se dirigió a los hombres de bs as luego del triunfo de Cepeda diciéndoles:
“Vengo a arrebatar el poder a un círculo que lo ejerce en su provecho para devolverlo al pueblo, que lo usará para su prosperidad. Al fin de mi carrera política, mi única ambición es contemplar desde el hogar tranquilo, una y feliz, la República Argentina, que me cuesta largos años de crudas fatigas… Vengo a ofreceros una paz duradera bajo la bandera de nuestros mayores, bajo una ley común, protectora y hermosa.” No fue comprendido por muchos hombres de su tiempo como le suele pasar a los hombres adelantados a su época. No comprendieron que el tiempo de las lanzas había sucumbido al imperio de la ley y comenzaron a ver en Urquiza algo que no era. Nunca comprendieron al héroe de Caseros cuando dijo “Ni vencidos ni vencedores”.
Nos encontramos hoy en una encrucijada de nuestra historia como nación, somos protagonistas de un momento donde lo que están en juego son las mismas instituciones creadas en 1853 y es nuestro deber salvarlas para el bien de la república.
Es por eso que educando a nuestros jóvenes en el conocimiento del valor que tenemos los entrerrianos como artífices de la organización nacional es que podernos salir y realizar esta dura tarea y también, recuperar el orgullo de nuestra figura máxima y poder decir, yo también soy de la tierra de Justo José de Urquiza.
