La tarea educativa es uno de los pilares de nuestra familia y sociedad. Con la pandemia se han visto cambios, retrocesos y muchas dificultades en niños y adolescentes en el aprendizaje y la motivación. Pero ¿ qué ocurre con los niños con discapacidad? En este caso investigamos y referimos a una de las instituciones que mejor trabaja en nuestra zona por la integración y la mancomunión con las familias en todo el proceso de aprendizaje.

Centro El Solar, tiene su sede en la vecina localidad de Colón y allí asisten niños de Concepción del Uruguay, San José y Villa Elisa . Hacen una enorme tarea social desde hace décadas. Para conocerlos más hablamos con Luciana Scelzi: fonaudióloga y coordinadora de la institución.

Cuánto hace que están trabajando y a qué tipo de niños asisten?

El centro El Solar Colón abrió sus puertas el 27 de Agosto de 1999, o sea, tiene 21 años. Brinda servicios a personas desde los tres meses de vida hasta los treinta años aproximadamente. Lo importante es pensar que trabajamos con personas con discapacidad con diferentes tipos de requerimientos de apoyos, cuidados y en diferentes áreas del desarrollo. En relación al tipo de discapacidad sería personas con discapacidad intelectual, motriz, sensoriales y personas que tienen características del espectro autista.

El equipo de El Solar Colón está conformado por profesionales de salud y la educación de diferentes disciplinas: educación especial, educación para personas sordas, trabajo social, psicología, terapia ocupacional, fonoaudiología, medicina, nutrición, psicopedagogía, musicoterapia, kinesiología, acompañamiento terapéutico, educación física, personal de ordenanza y cocina. Todos y todas estamos haciendo un trabajo muy importante para sostener y acompañar a los y las concurrentes y sus familias. Esto también nos está fortaleciendo como equipo de trabajo y nos está ayudando a crecer.

¿Cual es la dinámica de aprendizaje en estos momentos de pandemia?

Durante este momento de pandemia trabajamos mediante teleasistencia, es decir, utilizando diferentes plataformas que nos permiten dar orientación y seguimiento a todos y todas los y las concurrentes y sus familias.

Usamos Whatsapp, zoom, videollamadas, llamados telefónicos. En los casos de las familias que no cuentan con servicios de conectividad o dispositivos electrónicos con soporte suficiente, se envían actividades semanalmente a través de los y las transportistas que le acercan los materiales y propuestas a los domicilios. Según las posibilidades de cada persona se brinda atención directa mediante teleasistencia, también realizamos encuentros virtuales con las familias para brindar sostén y acompañamiento, y enviamos materiales con soporte audiovisual para abordar diferentes temáticas.

¿Cuáles han sido las principales problemáticas que debieron afrontar en estos meses y que demanda tienen en general de las familias que asisten?

La situación de pandemia ha sido muy difícil para toda la población. Especialmente en las familias las situaciones que han aparecido han sido muy diversas. En principio, el cambio de rutina y dinámica en la vida cotidiana generó importantes desajustes en las familias.

Muchas de ellas manifestaron dificultades para sostener rutinas, organizarse con las tareas domésticas y cuidados, y también para realizar las actividades escolares. Ese tiempo de adaptación en algunos hogares representó un gran desafío, pero como toda adversidad, también nos abrió una enorme ventana de oportunidades para poder abordar temáticas que en otros momentos resultaba mucho más difícil.

Por ejemplo, este tiempo de pandemia nos permite trabajar con la incorporación de nuevos hábitos y habilidades necesarias para la vida independiente y las actividades de la vida diaria. Así mismo, favoreció el fortalecimiento de vínculos y relaciones interpersonales, y la creación de nuevas redes de apoyos entre las familias. 

Por último, algún dese o mensaje para la sociedad en este momento en relación a la inclusión.

Trabajar para la inclusión nos representa un gran desafío porque nos invita a repensarnos como sociedad, pero fundamentalmente como sujetos vulnerables.

Pensar la inclusión en clave de diversidad y de respeto por las características individuales de cada une, es poder pensar una sociedad más justa y amable con todas las personas. En este momento histórico, social y económico, es necesario detenerse a pensar qué ciudad queremos, qué país queremos, y cómo hacerlo mejor. La inclusión nos saca del eje de la normalidad, y nos abre un mundo mucho más sano en relación a asumir las diferentes formas de vivir y transitar la vida.

Por Vanesa Dallazuana

Agradecimientos : A Luciana y a Nancy Traverso : mamá de Matías quíen nos llevó a esta maravillosa gente y es un claro ejemplo de superación y aprendizaje en niños con autismo.