Llega el verano y la piel comienza a tomar protagonismo luego de haber estado tapada durante todo el invierno.

1- Usa protector solar: esto es muy importante. Proteger nuestra piel del sol nos ayuda a prevenir no solo manchas y arrugas, sino que previene el cáncer de piel. Deberás elegir la crema protectora que más eficacia tiene para tu piel, para ello podés consultar con tu dermatólogo. Se recomienda un buen fotoprotector con un SPF 50. Se debe aplicar una capa gruesa, homogéneamente y media hora antes de exponernos al sol, renovándose con una frecuencia aproximada de dos horas o al salir del agua por ejemplo. Si utilizas alguna crema de tratamiento, recordá aplicar el protector al final, para que la crema penetre bien en tu piel. 

2- La hidratación: nos ayuda a cuidar la piel manteniendo su firmeza y elasticidad. Es importante tener una dieta rica en agua, frutas y verduras, así como también el uso de una crema que te proteja contra las agresiones del día a día, la polución, el ambiente, para así evitar un envejecimiento prematuro. 

3- Regenera tu piel: es importante que exfolies tu piel con una frecuencia de una vez por semana, masajeando suavemente para no dañarla, o bien optar por la microdermoabrasión, esta es una técnica que ayuda a eliminar las capas más superficiales de la piel sin dañarla e incrementando la producción de colágeno.

4- Tonificar diariamente: permite restaurar y equilibrar la hidratación de la piel