Teresa Ratto estudió en escuela normal Mariano Moreno, la segunda fundada en el país. Al finalizar sus estudios primarios y secundarios apuntó su objetivo a un sueño imposible para la época, obtener el título de bachiller para, finalmente hacer una carrera universitaria.
El primer paso estaba dado, el Colegio lo había fundado Urquiza, pero era solo para varones. Pero Teresa tuvo suerte que en aquel momento el rector fuera José Zubiaur, un hombre abierto y progresista que formo el Primer Comité Olímpico Internacional en el año 1894.
Zubiaur pide autorización al Ministro de Instrucción Pública para que una mujer ingresara al Colegio.
Ella a los 15 años fue maestra pero debió comenzar de primer año el Bachillerato, realizando primer año, hizo segundo y tercero libre y los dos últimos los hizo como alumna regular.
Con 20 años termina sus estudios en 1895 y se va a Buenos Aires para seguir la carrera de medicina, recibiéndose a los veintisiete años. Fue la primera entrerriana en obtener ese título. Además de medica era “Doctora en medicina”, obteniendo ese título con su tesis sobre el “Seudo-reumatismo escarlatinoso”.
Su labor profesional la desarrollo en Buenos Aires, donde formo parte de equipos médicos que hicieron frente a las epidemias de la época. Pero su vida que la entrego a los enfermos se vio acrecentada y sintió que debía regresar a Concepción del Uruguay. En su casa paterna atendía a los enfermos.
En la epidemia de viruela Teresa era la única médica en la ciudad que atendía la vacunación. Su hermano Octavino de 13 años iba a acaballo todos los días a la Municipalidad a buscar las vacunas. En su casa la gente hacía cola para ser vacunada.
Falleció muy joven, de peritonitis, el 2 de abril de 1906, y hoy sus restos descansan en el cementerio local en el panteón de su familia.
En diciembre de 1975, en adhesión al “Año internacional de la mujer” se imponer su nombre a la ex calle Washington, que pasa por el frente de su casa.