Este abanico se encuentra exhibido en la sala de “Exposiciones Transitorias: Objetos personales de Dolores y Justo José de Urquiza” ubicada en el patio de honor.

Ingresa al museo en el año 1948 por medio de la donación de Justa (hija del matrimonio Urquiza-Costa y casada con el General Luis María Campos) y Haydee Campos Urquiza.

Es de hilo negro, con aplicaciones de metal y 16 varillas. Una pieza que fue cuidada con mucho cariño por la familia y que según relatos familiares, perteneció a Dolores Costa de Urquiza.

El origen del abanico plegable es del siglo VII cuando los chinos, inspirándose en el mecanismo del ala de un murciélago inventaron este accesorio de la indumentaria. Se cree que fueron introducidos en Europa por los Jesuitas.

En Argentina el abanico español llega hacia 1770, eran todos importados hasta que en 1880 en Buenos Aires, comienzan a abrir negocios de venta de abanicos y como en Europa se fabricaban para todo tipo de usos: los había para luto, en negro o gris; de satén para las boda y para usar en el salón o en el jardín.

Fuente: Palacio San José