Urquiza de cuerpo completo y tamaño natural, un cuarto hacia la derecha, a cabeza descubierta, viste uniforme militar correspondiente al grado de CAPITÁN GENERAL DE MAR Y TIERRA.
El peto, cuello y puños de la casaca bordados de oro; charreteras de gruesos y largos canelones de oro; banda dividida en dos franjas -azul y blanca- cruza el pecho del guerrero. Faja anudada a la derecha que termina en dos borlas de oro, y el cinturón recamado en gusanillos. Espada con dragona y pantalón blanco.
El ambiente que rodea al prócer, cargado de figuras y ornamentos atrayentes en demasía que puso allí el artista -conforme a su condición especial de decorador-, restan importancia a lo principal; el retrato.
A la izquierda de Urquiza, un sillón profusamente tallado con el escudo de la nación en el respaldo. En lo alto, la Fama, como mensajera de Júpiter y en forma de ángel alado, que glorificando al libertador porta una corona de laureles, con un lazo de cintas blancas que simboliza la paz, en actitud de colocarla sobre su cabeza.
Hacia la derecha, sobre el capitel de una columna, sentada sobre un trono, Minerva, galeada, sosteniendo con la mano derecha una lanza con corona de laureles. En el fuste de la columna, guirnaldas de flores, y sobre éstas la leyenda: IGUALDAD ANTE LA LEY, en una línea.
Sobre una mesa cubierta por una amplia carpeta con flecos: un tintero, un rollo de documentos, el bastón presidencial, y dos libros, de plano y oro recostado en la columna en cuya base se lee: CONSTITUCION / JURADA / 9 DE JULIO/1853, en cuatro líneas: el sombrero elástico del general con galón de oro y plumas blancas, y un pliego extendido con la leyenda: CONSTITUCIÓN ARGENTINA sobre el cual apoya Urquiza su mano derecha.
Sobre la carpeta, en la parte que cae al frente de la mesa, el escudo argentino rodeado de siete banderas por flanco que representan las provincias y llevan en lugar de un sol, el escudo de cada una de ellas; y dos cañones en la parte baja. Este escudo es mas conocido como el de la CONFEDERACIÓN ARGENTINA.
Este cuadro fue realizado por el artista en 1860. Según al historiador Eduardo de Urquiza, Verazzi pinto otro cuadro similar con alguna diferencias y ambos cuadros salieron del país, PUES Urquiza no los adquirió. El autor se los llevó hasta su residencia en Milán por 1870-72. Mucho tiempo después, una de las hijas del general, Justa Urquiza de Campos, en uno de sus viajes a Europa visitó al artista, en su estudio y compro ambas telas.
La descripta anteriormente fue donada a la provincia de Entre Ríos, exhibiéndose actualmente” en el gran salón de la Casa de Gobierno en Paraná. Al pie del cuadro se lee: “A Entre Ríos – Justa Urquiza de Campos – 19 de mayo de 1930”.
◇Texto, Dario Gil Muñoz
