Por Julián Álvarez Sansone
El libro Desde el silencio surge del trabajo dedicado e incansable que realizaron familiares de detenidos-desaparecidos, apenas reinstalada la democracia, para intentar recuperar algunos de los escritos que sus hijos, hermanos y compañeros escribieron a lo largo de su vida, y que la dictadura quiso acallar.
La tarea de dicha recopilación fue ardua, no sólo porque junto a la desaparición de personas el aparato represor del estado destruyó también todo rastro de ellas (sus cartas, sus poemas, sus relatos), sino también porque indudablemente debe haber sido muy difícil poder llegar a cada una de las familias de los desaparecidos. Muchos de ellos vivían (y tal vez lo sigan haciendo) en lugares muy alejados y otros en rincones remotos y humildes y, quizás, jamás tuvieron el valor de denunciar los crímenes.
Luego de varios meses de recopilación y selección del material, se imprimieron algunos ejemplares del libro allá por el año 1985, con escritos de una calidad invaluable, tanto a nivel personal como artístico: poemas que reflejan una sensibilidad social muy profunda; cartas a familiares desde la clandestinidad que fueron, quizás, las últimas palabras recibidas; prosas a amigos desaparecidos; cuentos; intentos desesperados por expresar tantas injusticias contenidas, por tener algún contacto con la realidad, que al día de hoy erizan la piel y conmueven.
Tales testimonios son -en su mayoría- inéditos y forman parte, ahora, de nuestra historia literaria y cultural. Muchos de ellos tienen, incluso, un valor artístico y literario invaluable para la cultura y la historia de nuestra Nación, que merece ser reconocido, revaluado y recordado.
Entre los autores se encuentran Marina C. Belli, Ramón O. Bianchi, Alicia R. Burdisso, Arturo Canedo, Álvaro M. Colombo, Claudio Epelbaum, Daniel O. Favero, Alcira G. Fidalgo, Liliana E. Galletti, Horacio O. García Gastelú, Sara E. Grande, Franca Jarach, Gloria Kehoe Wilson, Mónica M. C. Mignone, Cecilia L. Minervini, Agustín M. Muñiz Paz, Julio R. Rawa Jasinski, Raquel del C. Rubino, Ricardo L. Salinas, Guillermo O. Segalli, María R. Silveira Gramont, Carlos M. Tillet, María A. Vargas de Rueda y Mauricio F. Weinstein .
Por otro lado, es menester resaltar el prólogo de dicho libro, el cual está escrito por Ernesto Sábato, uno de los más grandes escritores argentinos del Siglo XX. En dicha sección, el célebre escritor de Santos Lugares resalta que «en buena parte de los testimonios que integran este volumen se manifiesta la alta calidad espiritual de los desdichados que escribieron piezas literarias, y se hace presente su devoción a sus padres y a la tierra que los vio nacer, una sensibilidad a veces evangélica hacia los desamparados y olvidados por los poderes de la tierra».
De esta manera, se concluye que el libro es en sí mismo una antología esencial que recopila escritos particulares y esenciales de quienes fueron víctimas de la última dictadura militar en Argentina.
Fuente: www.solotempestad.com
